
21 Sep HIPOTERAPIA EN ARBOLARTE
Texto, fotos y vídeo: Laura Pascual Cantabrana
Laura es ya casi una veterana de la hípica. Poco a poco le ha ido perdiendo el recelo que le daban al principio estos imponentes animales. Además de los beneficios emocionales que la terapia con los equinos le aporta, le ha servido para «reencontrarse de nuevo con los caballos y quitar del todo el miedo a montarlos».
Pedro Silvano es otro de los incondicionales de los caballos. Al igual que Laura volvió encantado y afirma que «cualquier persona puede montar a caballo y disfrutar de esta experiencia, independientemente de su condición física, porque las monitoras montan con las personas que tienen movilidad más reducida, y nos ayudan a manejar las monturas y a quitar el miedo a estos magníficos animales». Pedro se arriesgó además a hacer un poco de trote y cuenta que «cuando haces trote tu cuerpo se desencaja entero, pero me gustó porque la sensación de movilidad es fantástica, y la conexión emocional con el caballo muy intensa».
Pero no disfrutaron solamente ellos, también Yurema, la fisioterapeuta del centro hípico, Imanol Torre el fisioterapeuta de Arbolarte y Aitor Esturo, el monitor del centro pudieron disfrutar al ver los resultados y los beneficios que tiene esta intensa experiencia entre los usuarios.
Yurema, Diplomada en Fisioterapia y Graduada en Equitación Terapéutica, explica que esta terapia esta dirigida a todo tipo de discapacidades, tanto psíquicas como físicas. «Les ayuda muchísimo la conexión con los animales, a abrir la mente y a abrirse al resto de personas», enfatiza la responsable de la terapia.
La equinoterapia también aporta muchos beneficios físicos, donde se obtienen grandes avances, «porque les ayuda mucho a relajarse, a flexibilizar, a ganar recorrido articular, potencia muscular, coordinación y equilibrio».
Por todo ello valora esta actividad «muy positivamente porque se consiguen buenos resultados con tan solo media hora y desde la primera sesión. Quienes lo prueban, generalmente repiten, y mejoran un montón porque se situan en un plano mucho más elevado, en un animal con un movimiento tridimensional muy parecido al de una persona al caminar, lo que ayuda a la columna vertebral a imitar el movimiento».
En cuanto a los animales nos cuenta que son animales que transmiten más que las personas y además su comportamiento es muy noble y dócil, con este tipo de discapacidades, «parece que saben qué persona tienen encima».
La terapia comienza con una higiene de cepillado, peinado y primer contacto con el caballo. Después, según el grado de autonomía de cada jinete, ayudan a vestir al caballo, colocándole la silla, el brocal, las riendas, los estribos, etc. De este modo se va quitando el miedo, se estiran los músculos y se calientan todas las articulaciones… «En la monta, estamos encima del caballo con ellos cuando es necesario, e intentamos que ganen confianza, estabilidad y coordinación, que vayan soltándose, quitando miedos, que estiren todos los músculos al máximo», concluye Yurema.
Imanol Torre, fisioterapeuta de Arbolarte explica que «esta actividad es para todas las personas cuyas condiciones físicas les permitan montar, porque puede que algunas no puedan abrir lo suficiente las piernas para montar al caballo». Este año van a hacer algunos cambios respecto al anterior, completado las sesiones de Hipoterapia con Hidroterapia, para que todo el mundo pueda montar a caballo y beneficiarse de esta actividad que «todos quieren repetir».
La Hipoterapia, una terapia ecuestre
La Hipoterapia consiste en aprovechar los principios terapéuticos del caballo para tratar a personas con discapacidades físicas, ya sean congénitas o adquiridas. Este método se basa en el aprovechamiento del movimiento del caballo para la estimulación de los músculos y articulaciones del jinete. De esta forma, se convierte en la única terapia en la que las personas experimentan impulsos rítmicos y los movimiento tridimensionales de la montura que son muy similares a los que realiza el cuerpo humano al caminar. Esto hace que el jinete se vea obligado a reaccionar frente a los estímulos producidos por el trote del caballo. La reacción que se produce es muscular y sensorial.
A nivel físico la Hipoterapia ha demostrado ser capaz de mejorar el equilibrio y la movilidad, pero actúa también en otros planos como el de la comunicación y el del comportamiento. Pero si hay un punto diferenciador, que influye muy notablemente en la obtención de resultados positivos, es que la Hipoterapia es asumida como una diversión.
El hecho de montar un caballo, rompe el aislamiento de la persona con respecto al mundo. No cabe duda que montando se consigue superar el temor, mejorar la confianza y la capacidad de concentración, al tiempo que hace perder las tensiones e inhibiciones físicas y emocionales. Todo ello se consigue gracias a que el caballo ha demostrado ser un animal enormemente perceptivo, que de inmediato se da cuenta de la persona que lo monta, y actúa en consecuencia.