
16 Nov EL REAL DECRETO DE MÁRGENES EN LOS PRODUCTOS SANITARIOS PODRÍA HACER DESAPARECER MÁS DE 300 PRODUCTOS BÁSICOS PARA PACIENTES CRÓNICOS
El Gobierno prevé aprobar en noviembre un Real Decreto para regular los márgenes comerciales de los productos sanitarios incluidos en la prestación farmacéutica, hasta hora fijados libremente por el mercado, que podría comprometer la disponibilidad de más de 300 productos sanitarios actualmente disponibles y que cubren las necesidades de más de 200.000 pacientes crónicos, afectando de forma muy importante su salud y calidad de vida.
Entre los productos que podrían dejarse de comercializar se encuentran las sondas vesicales de baja fricción, apósitos activos, sistemas de ostomía convexos, sistemas de ostomía con adhesivos de última generación, colectores de silicona, etc.
La fijación de márgenes superiores para el sector de la distribución de estos productos, altera el actual estado del mercado, que hasta la fecha se ha autorregulado sin problemas.
Esta situación podría traer además un incremento del coste sanitario por atención en urgencias, tratamientos y consultas adicionales, así como gastos de hospitalización. La pérdida de rentabilidad de las empresas del sector haría que las inversiones en I+D se redujesen, con lo que se limitaría el acceso a productos sanitarios innovadores.
Más de 200.000 pacientes podrían verse afectados por la falta de disponibilidad de estos productos, entre ellos pacientes ostomizados y afectados por espina bífida, lesiones medulares y personas mayores. Como consecuencia, estas personas sufrirían un empeoramiento de la calidad en la atención asistencial que se les proporciona y una importante pérdida de su calidad de vida derivada de las complicaciones que sufrirían al no disponer de los productos necesarios. Todo ello derivaría, además, en un incremento del coste sanitario por atención en urgencias, tratamientos y consultas adicionales, gastos de hospitalización, etc.
La medida, según responsables de sector podría frenar la introducción de productos sanitarios innovadores, imposibilitando que los pacientes españoles tengan acceso a productos de los que ya se benefician ciudadanos de países de nuestro entorno.