
25 May Entrevista Arthur Rowshan
¿De dónde surge tu vocación por ayudar a las demás personas en el crecimiento personal y la terapia emocional?
Mi vocación de ayudar surge con mi propio sufrimiento: la ansiedad y dolor de cabeza que padecí durante dos años en los primeros años cuando me trasladé a Italia
¿Cuál ha sido tu trayectoria personal en este ámbito?
En 1978 me mudé a Italia. Un año más tarde la revolución islámica sacudió mi país natal, Irán. Los Bahá’is, la minoría religiosa más numerosa del país al cual pertenezco, que siempre había sido perseguido incluido en los tiempos del Shá de Persia, ahora bajo el régimen islámico la persecución se acentuó. Toda mi familia se encontraba en Irán y empezaron a llegarme noticias de los arrestos, torturas y ejecuciones de los Bahá’is. Algunos de mis parientes fueron víctimas de la persecución. Aquel tiempo tenía 15 años. Sufrí fobia social, sentía fuerte ansiedad al estar rodeado de gente.
El sufrimiento de la ansiedad me motivó a emprender un camino de crecimiento personal y autoconocimiento. Una vez que aprendí a superar la ansiedad empecé a estudiar psicología y ayudar a otras personas en dificultad.
Aprendí artes marciales (cinturón negro de Kung-Fu), estudié psicología en Canadá e hice varios postgrados en diferentes universidades en España. Además, escribía libros de autoayuda. Hasta la fecha de hoy he publicado ocho libros que están traducidos a varias lenguas.
¿Qué tal estamos de salud en Bizkaia?
Según una encuesta de salud realizada por el Departamento de Salud del Gobierno Vasco hubo un incremento de síntomas de ansiedad y depresión en Euskadi entre 2007 y 2017. Por ejemplo la prevalencia de estos síntomas en hombres con edades entre 25 y 44 años subió de 8,9% (2007) a 13,9% (2013). Entre las mujeres de la misma edad también subió de 16,2%(2007) a 21,5%(2013). Según esta encuesta la prevalencia de los síntomas de ansiedad y depresión aumentó en todas las edades de ambos géneros.
¿Por qué te afincaste aquí?
Después de viajar mucho y vivir en varios países, decidí afincarme en Bilbao porque mi hermano ya vivía aquí. Me pareció una ciudad ideal: no es ni demasiado grande que te causé excesivo estrés ni tampoco demasiado pequeña.
¿Tenemos calidad de vida o la estamos perdiendo a causa del estrés y del ajetreado ritmo de vida?
La tecnología da saltos de gigante alterando nuestras vidas. Sin embargo es un arma de doble filo, si sabemos cómo utilizarla todo irá bien. Invertimos mucho en la tecnología. Por ejemplo solemos gastar centenares de euros en dispositivos electrónicos mientras que no invertimos en nuestro desarrollo personal y crecimiento emocional. Estamos muchas horas conectadas en redes sociales intercambiando opiniones mientras que dedicamos pocas horas en conversar cara a cara.
Nuestra calidad de vida sufre cuando no sabemos cómo utilizar la tecnología con moderación. Como dijo el Sabio Persa, Bahá’u’lláh: «Todo lo que sobrepase los límites de la moderación dejará de ejercer una influencia beneficiosa.» Tenemos que recordar esta frase para mantener un equilibrio en nuestra vida.
¿Cuál es tu propuesta terapéutica para vivir mejor?
Cuidar nuestras cuatro dimensiones como persona. Es decir la física, mental, emocional y espiritual. Para nuestra dimensión física, andar, bailar, estiramientos, comer y beber con moderación. Para la dimensión mental: aprender cosas nuevas, memorizar poemas y pensar en positivo. Para la dimensión emocional: sonreír, reír y hacer reír, dar abrazos. Para la dimensión espiritual: tener fe en el futuro, meditar, encontrar el sentido de la vida.
¿La crisis es una oportunidad para el cambio de perspectiva vital y de modelo?
En la naturaleza hay dos procesos de cambio que ocurren de forma paralela. Uno es destructivo y repentino como los huracanes, los terremotos y las inundaciones. Otro cambio es constructivo y sutil como el crecimiento de una semilla y su transformación en un árbol.
Lo que nos trae la atención es el proceso destructor porque es violento y ruidoso, mientras que el cambio positivo va desapercibido, porque en general suele ser silencioso y lento.
Una crisis es un cambio violento y destructor. Sufrimos mucho porque de forma inesperada y a veces violenta, perdimos algo o alguien. Aunque un cambio violento nos cause sufrimiento suele traer también algo beneficioso. Todo depende de nuestra actitud ante la vida.
¿Qué le puede aportar tu método a las personas con alguna discapacidad?
Mi método es el fruto de mis aprendizajes y mi propia experiencia con el dolor y sufrimiento. Lo que he aprendido es que hay ciertas leyes que gobiernan esta realidad material. Una de ellas es la ley de la dualidad. Se trata de dos principios supremos y antagónicos, mejor conocido como el yin y yang. No podemos tener día sin noche, mujer sin hombre, salud sin enfermedad. Por tanto una discapacidad, al mismo tiempo que nos limita, también puede aportar algunas cosas positivas. En general una discapacidad nos fortalece porque cualquier sufrimiento o limitación nos obliga a reforzar otras capacidades personales.
Otro Sabio Persa llamado, ‘Abdu’l-Bahá, explicó las ventajas ocultas de los golpes de la vida con la siguiente analogía:
«… considerad la sustancia que llamamos hierro. Observad sus cualidades: es sólido, negro y frio. Estas son las características del hierro. Cuando absorbe el calor del fuego, sacrifica su atributo de solidez por el de fluidez. Sacrifica su atributo de oscuridad por el de la luz, la cual es una cualidad del fuego. Sacrifica su atributo de oscuridad por el de la luz, la cual es una cualidad del fuego. Sacrifica su atributo de frialdad por la cualidad del fuego. Sacrifica su atributo de frialdad por la cualidad del calor que el fuego posee; de modo que en el hierro ya no queda ninguna solidez, oscuridad n frialdad. Se ilumina y transforma sacrificando sus cualidades por las cualidades y atributos del fuego.
Del mismo modo, cuando el hombre se separa y desprende de los atributos del mundo de la naturaleza, sacrifica las cualidades y exigencias de ese reino mortal y manifiesta las perfecciones del Reino, tal como desaparecieron las cualidades del hierro y en su lugar aparecieron las del fuego. «