«Estoy con el SAVI desde que empezó en noviembre de 2014, y espero poder contar con el SAVI toda mi vida», afirma Paz Antolín, usuaria del SAVI.

– ¿En qué aspectos ha mejorado tu vida el contar con el apoyo de asistencia personal?

– Ha mejorado mucho, porque antes dependía de mucha gente para ir a los sitios, desarrollar mi propia vida, ahora puedo ir con mis amigas a donde quiera.

– ¿Te sientes más activa ahora que antes? ¿Cómo te arreglabas antes? 

– Mucho más activa. He ido al jardín botánico de Baracaldo, a las tiendas de Megapark, a la playa… Voy al cine, puedo subir a los autobuses, a los asientos de los autobuses para moverme a donde quiera ir, acceder a las estanterías de los supermercados para coger los productos…

– ¿En qué te apoyan los asistentes del SAVI?

– En todo: hago recados, voy a los sitios, soy más autónoma en mi vida diaria. Además, los asistentes del SAVI me hacen mucha compañía, me dan mucho cariño y me ayudan a desenvolverme en mi vida ordinaria. Al ser hija única y tener a mis padres mayores, antes no me arreglaba bien. Ahora puedo decir que el programa SAVI me ha cambiado la vida al 100%.

– ¿Eres más libre de decidir sobre tu vida que antes? ¿Y te sientes mejor contigo misma, más feliz?

– Mucho más. Estoy con el SAVI desde que empezó en noviembre de 2014, y espero poder contar con el SAVI toda mi vida. Soy más autónoma, y, en consecuencia, se me nota otra alegría en la cara. No sólo me lo dicen Gema o Maitane, mis asistentes, sino todo el mundo.

– ¿Qué actividades realizas ahora que antes no podías?

– Tengo una acondroplasia en la cadera y la pierna me falla mucho, así me tengo que sentar muchas veces. Antes no podía alcanzar los objetos, ni sentarme en los autobuses, ni subir a los autobuses si el chofer no rebajaba la plataforma de acceso… ahora con la asistencia del SAVI mi vida ha cambiado mucho. Me siento mucho más libre.

– ¿Cómo ha mejorado tu calidad de vida?

– Me ha cambiado en autonomía para mi desarrollo personal y emocionalmente, me ha devuelto la alegría.